miércoles, 22 de mayo de 2013

Mi viaje a través del coaching


Este es el artículo más personal que he escrito hasta el momento para mi blog MI ESPACIO INTERIOR, pero tiene especial sentido justo en este momento. De alguna manera servirá de cierre, de broche final, para una etapa en  este medio que hace más de un año decidí crear para expresar y compartir ideas, reflexiones y sentimientos en torno a lo que  nos une como personas en nuestro particular y único proceso de crecimiento personal y profesional.

Siento que se ha iniciado una nueva etapa en mi vida y , a partir de ahora, el objetivo de mi blog se verá modificado, pero de eso iré informando más adelante.

Con este final además deseo también expresar y contar el “otro lado”, lo que raras veces se escucha en los medios sociales, charlas y ponencias dónde se habla mucho de este concepto, técnica o profesión pero siempre desde la visión del que la ejerce, pocas veces desde él o la que lo recibe (el pupilo o coachee). Quizá sea útil para alguien que pueda encontrarse en un momento vital como el que yo viví hace ya casi un año.

Hoy hablaré de mí, y de esa  experiencia que me ha transformado por dentro, pues me ha permitido escuchar mi voz interior en voz alta, sin ser juzgada en ningún momento, sintiéndome acompañada, respetada, aceptada y, al final y más importante, guiada con rigor profesional.

El proceso de coaching ejecutivo es un viaje en busca de respuestas que no encuentras en tu entorno,  responde a una necesidad íntima y personal de avanzar, de encontrar el foco o como yo lo llamo de “volver a tu centro” para encontrar el sentido y la coherencia en  tu experiencia vital. Entonces, lo proyectas en tu mente, lo imaginas, lo deseas y lo buscas… y cuando lo buscas, un día, lo encuentras, o nos “encontramos” … y a partir de ahí, se genera una base de confianza que es la que te permite “iniciar la aventura” sabiendo que alguien estará sentado en el asiento de atrás, o a tu lado, o en frente como un  espejo que reflejará aquello que proyectas, haciendo las preguntas oportunas, invitándote a reflexionar y a  encontrar tus propias respuesta… completamente  segura de  que no viajarás sola,  de que tienes un buen guía experto a tu lado y de  que podrás explorar “territorios” que antes ni te atrevías a pisar.

Mi viaje a través del coaching ejecutivo  ha sido intenso y profundo, y ha tenido parada forzosa en tres estaciones: la LUZ   que me permitió empezar a ver caminos, la FUERZA   que me impulsó a recorrerlos, y  la FELICIDAD  que supone soltar amarras, dejar atrás el miedo y tomar decisiones con la  mente y el corazón en perfecta armonía.

El resultado es aquí y ahora, la transformación de sueños en proyectos, un impulso claro a evolucionar personal y profesionalmente.

El  viaje no termina, aunque en un momento determinado entiendes y aceptas que puedes y debes seguir tu camino, no en solitario, sino reencontrándote y  encontrando esos nuevos compañeros de viaje que se sumen a tu proyecto y que disfruten compartiendo experiencias contigo. Y esa estación de despedida, donde el coach se marcha sin hacer apenas ruido, se convierte en  una estación de reencuentro contigo misma, y ahora fortalecida y segura de ti continuas con paso firme un viaje de no retorno.

PD.-  Mi infinito agradecimiento  a ese magnífico profesional y gran persona que es quien fue  mi coach: PACO CARRERAS.

miércoles, 8 de mayo de 2013

EL TRABAJO MÁS DURO DE TODOS


Existen muchos tipos de trabajos, algunos analizados con objetividad representan una forma muy “dura” de ganarse la vida,  dónde incluso se pone en riesgo la salud de las personas que los ejecutan.

Al margen de este tipo de actividades, existe actualmente un trabajo que requiere unas altas dosis de esfuerzo, tolerancia a la frustración, insistencia, persistencia…  para alcanzar el resultado deseado. Hablo del trabajo de buscar trabajo. Lo vivo de cerca por mi actividad profesional y,sin duda, es evidente que en estos momentos para muchas personas  es una ardua tarea en la que no parece vislumbrarse  luz al final del túnel.

Hoy quiere expresar 10 ideas que puedan ayudar en la medida de lo posible a quien está en esta situación y que, desde mi conocimiento y experiencia, contribuyen a optimizar los recursos  de los que disponemos para afrontar el reto:

1.      Autoconocimiento: Dedica un tiempo a saber bien quién eres, qué quieres hacer, qué puedes hacer, cuáles son tus fortalezas, habilidades, cualidades,  cuales tus debilidades, tus limitaciones y puntos débiles. Siéntate y escríbelo en una hoja, simplemente como una historia. Es importante que sepas a QUIEN VAN A VER CUANDO VAYAS A UNA ENTREVISTA.

2.      Pon tus herramientas a punto. Revisa tu CV, tus cartas de presentación, “personalízalas”, dale un toque diferente. Parte de dos premisas:


-          CV: tengo dos hojas por una sola cara para expresar quien soy (datos personales), cómo me pueden localizar (datos de contacto, TODOS!!), que sé (formación), me sigo formando (cursos…), qué he hecho hasta ahora y qué he logrado (experiencia profesional + logros).

-          Carta de presentación: Voy a contarte lo que puedo aportar a tu empresa y por qué deberías confiar en mí en 2 párrafos y medio.

3.      Empieza a moverte en el mundo 2.0. Cada vez más las redes profesionales y sociales son un punto  de encuentro entre empleadores y candidatos. Tienes que hacerte visible con tu mejor imagen (mejor con tu marca personal)

4.      Por ende, cuida tu imagen personal en las redes sociales. En los medios sociales NO HAY NADA PRIVADO o sólo para mis amigos.


5.      Lee con atención las ofertas de empleo, los requisitos y las condiciones. Aunque la primera tentación es apuntarse a todo, es preferible que lo hagas a aquellas ofertas que de un modo realista aceptarías en caso de ser seleccionado. Si disparas a todo, acabas agotado y decepcionado si no consigues  “cazar” nada.

6.      Una entrevista de trabajo son 20 minutos para dar lo mejor de ti. Olvídate de prejuicios, la crisis, la edad, si somos 10 o 100 candidatos. Demuestra lo que vales y punto.


7.      En una entrevista céntrate en tus logros y en lo que has aportado en cada experiencia laboral. Las experiencias negativas obvialas en la medida de lo posible.

8.      Llévate un par de preguntas preparadas a la entrevista. Los nervios pueden hacerte quedar en blanco y si te dan la opción de preguntar es una pena desaprovechar la oportunidad para mostrar interés en el puesto. ¿Qué te gustaría saber del puesto o de la empresa dónde  tienes una oportunidad de entrar a trabajar?


9.      Cuida tu imagen personal cuando acudas a una entrevista. No dejes de ser tú, pero recuerda que nuestra imagen es también un reflejo del interés que mostramos por el puesto, ¿no te arreglarías para a ir a la cita de tu vida? Aquí puede estar el trabajo de tu vida.

10.  Sé sincero y honesto en la entrevista. Mentir no te  hará llegar muy lejos. Si algo no lo sabes es preferible decirlo y mostrar tu disposición para aprender.

Estas son sólo algunas pautas, creo que oportunas y a tener en cuenta en esta complicada tarea que supone hoy día encontrar un empleo.

Espero haberte ayudado.