Una probabilidad entre
un millón
Lo improbable puede suceder y en ocasiones sucede,
es así, hay gente a la que le toca la
lotería, es improbable, pero lo cierto es que el hecho de intentarlo lo hace
posible en algún caso. ¿merece la pena perseguir lo deseado aunque sea
improbable? Esa es la pregunta que hemos de hacernos antes de aventurarnos a perseguir un sueño, que a
priori, se antoja lejano en el horizonte, lejos de nuestro más inmediato margen
de maniobra, algo que no es alcanzable con los medios de los que disponemos o
podemos disponer en el entorno en el que nos movemos o en nuestros contextos
más familiares. A menudo, disponerse a hacer realidad un sueño es un pulso a lo improbable, es retar las
estadísticas y la racionalidad para aventurarse a lo desconocido siguiendo los
impulsos del corazón más que de la razón. Más allá de todas las connotaciones
románticas asociadas a la realización de nuestros más íntimos anhelos, lo que
existe detrás de una historia con final
feliz es trabajo, es un método, es un acto de compromiso con uno mismo basado
en al menos las siguientes premisas:
-
¡Esto es lo que quiero! Saberlo con la mente y con el corazón. Es un
“darse cuenta” de lo que tiene sentido para nosotros. No llega por casualidad,
hay que vencer la inercia a seguir el camino marcado, reflexionar, dudar,
decidirse…
-
Yo sólo no puedo. Buscar apoyo, ayuda, consejo… no tener miedo a
preguntar, aceptar las respuestas a las que te enfrentarás. Siempre hay quien
sabe más que tú, ha vivido o ha pasado por lo mismo, es experto en la materia…
déjate ayudar, la travesía será más fácil.
-
Tengo dudas, tengo miedo. Es normal! No se trata de convertirse en un
superhéroe para ver cumplido un sueño, para lograr cambiar las cosas… no es
malo tener miedo (es humano, es necesario, pero no debe paralizarte), tener
dudas (aprovecha estos momentos para revisar tu sueño, lo que decidiste perseguir
y aférrate a lo que quieres). En cualquier caso, tienes todo el derecho a
cambiar de opinión o a decidir no seguir.
-
Disciplina, habilidades, hábitos… No es fácil! Lograr un objetivo, un
sueño requiere grande dosis de esfuerzo y trabajar e insistir. ¡No existen
baritas mágicas ni genios de la lámpara! Toca trabajar todos los días y sortear
obstáculos.
-
Lo logré vs no lo logré. Ambos finales
pueden ser ciertos. Tú decidiste hacer una apuesta y ganaste o perdiste, lo cierto es que habrás
aprendido muchas cosas, y en ningún caso
vuelves al punto de partida inicial.
Si tienes un sueño y hay una probabilidad entre un
millón de que ocurra ¿Por qué no lo vas a intentar?