TAMBIÉN LA SUERTE
¿Qué es la suerte? En torno a este concepto se ha
escrito mucho, es un término habitual en nuestro vocabulario. Para algunos no
existe, otros la persiguen, otros la ignoran, e incluso, algunos la estudian,
intentando adivinar cómo ganarle la partida
a una idea tan escurridiza.
Cuando yo hablo de suerte, hablo de algo parecido al
AZAR, a las infinitas combinaciones que
el universo puedo adoptar para que un hecho (aparentemente?) fortuito trastoque
tus planes: para bien o para mal. Yo no creo en el destino, no creo que nuestra vida esté escrita
en ninguna parte, más bien, creo que nuestra misión en esta vida es escribir un
guión original, que no admite imitaciones, ni puede reescribirse. El guión no
tiene flashbacks como los de las películas, no hay posibilidad de volver atrás.
En el guión que vamos escribiendo hay muchos
escenarios, coprotagonistas, personajes secundarios, otros que casi pasan
desapercibidos… tenemos responsabilidad y libertad de dotar de contenido
nuestra historia, dirigirla por unos caminos y abandonar otros, en definitiva,
la trama central del guión nos corresponde a nosotros imponiendo orden y
límites al azar, a las infinitas combinaciones en las que la realidad se
materializa. Pero nuestro margen de maniobra es limitado, de repente, la trama
da un giro inesperado, aparece ese otro personaje desconocido y un hecho fortuito lo cambia todo… para bien o
para mal. No dependía de nosotros, no tenía que estar ahí para enseñarnos nada,
no todo ocurre porque ya estaba escrito…
Afortunadamente no somos responsables
de todos los acontecimientos que vivimos, y por el contrario, afortunadamente también gozamos de un margen de maniobra, de cosas que
podemos elegir y no elegir. Podemos escribir la trama central de nuestra historia,
y un día tropezarnos con la SUERTE, con la buena SUERTE o con la MALA
suerte… y de nada de eso somos responsables ni estamos a salvo. Es el puro AZAR
o el misterio de la vida.